LOS MANUALES KUBARK
El seudónimo de los escandalosos manuales de tortura de la CIA
“Kubark” no es una sigla, es el nombre clave que utilizaba la CIA durante la guerra de Vietnam (criptónimo formado por KU y BARK, las siglas con las que la Agencia se refería a sí misma) para publicar en Julio de 1963, una serie de manuales con más de mil páginas llamado "KUBARK Counterintelligence Interrogation" (KUBARK interrogación y contrainteligencia) con detalladas descripciones para la infiltración en instituciones, para la detención, el trato y el interrogatorio a sospechosos.
Los Kubark comprenden siete tomos que listamos a continuación:
- "Handling of Sources" - Manejo de fuentes de información
- "Counterintelligence" - Contraespionaje
- "Revolutionary War, Guerillas and Communist Ideology" - Guerra revolucionaria, guerrillas e ideología comunista
- "Terrorism and the Urban Guerilla" - Terrorismo y la guerrilla urbana
- "Interrogation" - Interrogatorio
- "Combat Intelligence" - Inteligencia de combate
- "Analysis I." - Análisis de la información
Estos manuales fueron reeditados con 1983, bajo el título “Human Resource Exploitation Training Manual” (Manual de entrenamiento para la explotación del recurso humano) con instrucciones más detalladas y precisas. No se le llama “tortura” sino “coacción” y las víctimas (el “recurso humano”) son las “fuentes resistentes de información”
En 1997 y gracias a las gestiones realizadas por el diario The Baltimore Sun, se pudieron obtener los manuales de la CIA, pero con bastantes anotaciones al margen, buscando no comprometer demasiado a la Agencia, y con extensos párrafos censurados, pues si lo que se ha dejado leer es escalofriante, solo la imaginación más perversa puede suponer qué hay en los párrafos tachados con tinta negra.
Esta Iniciativa fue fomentada por James J. Angleton quien fuera jefe de la CIA entre 1954 y 1974, quien pensaba que era necesaria instrucción, no ya para los miembros de la CIA, sino para los mercenarios y aliados que trabajaban con ellos por fuera de las fronteras estadounidenses, pues los métodos traspasan ampliamente los límites de lo permitido por la constitución.
Por ello fueron distribuidos en los cursos de la infame “Escuela de las Américas” de donde salieron “graduados” numerosos implicados en golpes de estado y derrocamientos (con abundantes violaciones de los derechos humanos durante los mismos) como lo son: Elías Wessin y Wessin, Manuel Antonio Noriega, Hugo Banzer, Roberto D'Aubuisson, Leopoldo Fortunato Galtieri, Vladimiro Montesinos y Manuel Contreras, entre otros.
Los manuales también fueron distribuidos por equipos de las fuerzas especiales de entrenamiento móvil estadounidense al personal militar y a escuelas de inteligencia por toda Latinoamérica, como por ejemplo el Batallón 316 de Honduras, el Batallón Atlacatl de El Salvador, el Batallón de Inteligencia 601 y la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) Argentina, quienes no tenían nada que envidiar a las atrocidades cometidas por el Escuadrón 731.
En sus más de 1000 páginas las palabras “derechos humanos”, “ley”, “democracia” son escasas y más bien se refieren a proteger a los interrogadores y a Estados Unidos de represalias posteriores (denuncias y demandas). En su lugar, los términos “amenazas”, “drogas”, “dolor”, “electricidad” son comunes y específicas.
Esta información constituye un balde de agua sucia para la impoluta política exterior de Estados Unidos, a tal grado que sus propios ciudadanos hacen eco de la misma con denuncias varias. Por ejemplo, Margy Green, fotógrafa y diseñadora gráfica, realizó fotografías con juguetes PlayMobil recreando algunas de las torturas más conocidas practicadas por su propio gobierno dentro y fuera de su territorio, llamando así la atención de los ciudadanos sobre este tema.
Solo en manos de los ciudadanos, quienes eligen a sus gobernantes, está controlar y evitar que esta clase de situaciones sigan prestándose, pues "No es el pueblo quien debe temer a sus Gobernantes: estos deben temer a su pueblo".
